Eva es la madre del género humano, por lo que ocupa un lugar muy importante en los libros sagrados en que se
                    asientan los cimientos de nuestra cultura. En el inicio de la humanidad tenía que quedar explicado nuestro presente.
                    Por eso la Biblia nos presenta a una primera mujer, Eva, que es el punto de partida de la mujer de hoy. Punto de partida
                    de una humanidad que va con fuerza hacia delante, y en el que la mujer está recuperando el terreno perdido. Explica,
                    pues, la Biblia en el Génesis, que "Adán dio nombres a todos los animales y a todas las aves del cielo, y a
                    cada una de las bestias del campo; pero que no encontraba una compañera para él. Por lo que sumió el Señor Dios a Adán en un profundo sueño, y quedó dormido. Y tomó una
                    de sus costillas y la rellenó de carne. Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, hizo una mujer y se la presentó a Adán, quien exclamó: Esto es ahora hueso
                    de mis huesos y carne de mis carnes. Ella se llamará Varona porque ha sido formada del varón." (Génesis, 2 20-23). Hay que decir que entre todas las mitologías que narran el
                    origen del hombre y de la mujer, la historia bíblica de Eva es de las más bellas, de las que encierran un concepto más alto de la mujer. La Eva bíblica es, en efecto, incluído el
                    relato de la manzana (interpretación simplificada de un mensaje más complejo), una mujer en plano de igualdad con el hombre, un modelo de mujer extraordinariamente atractivo
                    en una época en que apenas se estaba iniciando su salida de la esclavización a que había sido sometida (no olvidemos que aún hoy en algunas culturas la condición de la mujer
                    se acerca excesivamente a la esclavitud). De ahí que la figura de Eva haya sido altamente mitificada y se haya convertido en una de las imágenes más representadas en toda la historia
                    de la pintura, y en un tema que no falta en ningún códice miniado.-
                  
                Celebran su onomástica las que llevan el nombre de Eva el 19 de diciembre, en que la Iglesia conmemora a la idealizada madre de toda la humanidad, que bien se ganó la gloria
                    del Paraíso.
        
                Fuente: https://www.santopedia.com/