El santo no sólo se preocupaba por la instrucción religiosa de su pueblo sino por su progreso material. En los alrededores de Salzburgo había unas fuentes de agua salada y las
                        hizo explotar técnicamente obteniendo sal para todas las gentes de los alrededores.
                        En Alemania, Austria e Irlanda se levantaron después numerosos templos en honor de este gran misionero y evangelizador, como agradecimiento por sus grandes obras.
                        Señor: envíanos muchos santos misioneros que despierten la fe de nuestros pueblos y los hagan progresar, material y espiritualmente.
                        Encomienda a Dios tus afanes y se te cumplirán tus buenos deseos.
                        (Salmo 54).
                    
                     
                Fuente: https://www.santopedia.com/ 
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